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Mostrando entradas de mayo, 2017

Jazz y Fado

Fado y Jazz Nuevamente, un comentario de Antonio Muños Molina, me lleva a un gran descubrimiento: Julio Resende. Un exquisito pianista a la misma altura -como anota Muños Molina- que el Keith Jarret que tanto nos impresiona. Es que, lo que Chucho o Bebo hacen con el bolero, o Jarret con los Standards lo hace Resende con ese canto bello y triste que es el Fado. Una vez más, el Jazz reina sobre todas las cosas...

El Nobel para Claribel

¡El Nobel para Claribel! Siempre me he detenido de gritar ese anhelo que personalmente guardo, de que un día, Claribel Alegría sea honrada con el Premio Nobel de Literatura. Hoy que se anuncia que ha sido galardonada con el premio Reina Sofía de Poesía, se reaviva en mí esa inquietud. A sus 93 años, Claribel es un tesoro viviente de literatura centroamericana y nada refleja mejor su espacio y su tiempo, que llamarla no nicaragüense, no salvadoreña, sino universalmente centroamericana. Alumna de Juan Ramón Jiménez; amiga dulce de Julio Cortázar y Robert Grapes; anfitriona feliz de Roque Dalton; interlocutora inteligente de Carlos Fuentes, Claribel es literatura, diálogo, poesía plena y amistad. No hay en Centroamérica escritor o escritora, que enarbole una vida entera de literatura como élla, y no hay ahora, quien dude, que Claribel merece ser hoy más que nunca reconocida con lo que ella merece.  . 

Clases de literatura

Clases de literatura. Vengo de unas clases de literatura. Las imparte ese señor altísimo y delgado, de voz pausada y tranquila, que tenemos el gusto de escuchar en estas tardes cortas del otoño, acá en Berkeley, de este año ochenta tan convulso en que vivimos. ¡Nos ha hablado de tantas cosas!, pero, sobre todo, de esa relación que, en la literatura latinoamericana, se da entre la realidad y la fantasía, mejor, entre la realidad y lo fantástico. De cómo la realidad en el relato- y en la vida- es invadida por lo fantástico; de cómo lo fantástico forma parte de la realidad y de qué manera, eso que él llama lo fantástico, se manifiesta, es decir: como juegos del tiempo, del espacio, o como las múltiples formas de la fatalidad. Nos lee sus cuentos, con mesura y timidez, sin nada de soberbia o falsa modestia; como un buen panadero muestra su pan, un buen campesino, sus cosechas, o un carpintero, una ventana. Como un trabajo realizado en el que se ha puesto el mejor esf