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Mostrando entradas de julio, 2016

Los dos libros de Rulfo

Los dos libros de Rulfo. Entré a la librería Gandhi que está al frente de El Palacio de Bellas Artes, sobre la concurrida avenida Juárez, de la Ciudad de México,  con la excitación y la convicción de poder descubrir  en sus estantes cualquier obra que me propusiera adquirir. No obstante, al finalizar de subir el sexto escalón que de la calle lleva a su entrada principal, supe que debía nada más, por el momento, recoger lo que me estaba esperando desde hacía décadas: las obras de Juan Rulfo. Le dije a la amable persona que me atendía que sólo deseaba los dos libros de Rulfo. Mientras luchaba por no sumergirme en ese océano de libros, y leía con fingido desinterés la contraportada de la  única traducción al español de El fin del homo sovieticus ,  de Svetlana Aleksiévich, -hecha por esa sobresaliente editorial que es  Acantilado-,  las obras de Rulfo llegaban  a mis manos. Sabiendo que volvería, pagué los seis dólares de costo de cada libro, corrí escaleras abajo bus

Vengo de un lugar muy transparente.

Vengo de un lugar muy transparente. Hay cosas que con los años uno ha dejado de ver. Cosas ya olvidadas para una generación - a la que pertenezco-, y para esas otras jóvenes personas que nos han sucedido en el tiempo. Hablo de una manera de vida y convivencia que la violencia, el terror y la muerte han borrado de los paisajes urbanos de una ciudad como San Salvador. Cuando uno las vuelve a vivir en otra parte, reconquista su valor, su dulzura. Se recobra el sentido de aquellas costumbres que un día formaban parte cotidiana de la vida; delineaban nuestro horario, nuestros hábitos y nuestras formas de ser y estar en ese lugar imaginario que hoy se ha disipado. Después de una larga espera de treinta y dos años vuelvo a la Ciudad de México –antiguo DF-, y caen sobre mí como gotas de lluvia mansa de sus tardes, no sólo los recuerdos de mi primer visita a este valle, siendo aún adolescente, sino, la manera simple de la vida, el encanto nuevo de la rutina, eso que Javier Marías