Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2018

Esas figuras en la noche

Esas figuras en la noche. Hoy, no sé por qué, me acordé de un cuento triste. Quizás por tanto amor, quizás por tanto dolor, quizás por tanto sacrificio. No lo sé. Así es el alma. Uno no sabe a veces porque siente lo que siente. Frente a mí se aparece esa imagen de dos personas andando un camino largo en medio de la noche más negra de algún lugar remoto donde los días son abrasadores.   Uno figura encorvada carga otra acurrucada sobre sí.   Son padre e hijo... Si. Lo adivinaron. Vienen de ese cuento que no tiene parangón que Juan Rulfo escribió hace muchísimos años: Oye si ladran los perros. Van en busca de un lugar. Llevan arriba de ellos el peso del dolor y de la vida, de la calamidad, del mal. Ese peso sobre el padre, se aumenta con ese otro peso sobre el hijo. Una fuerza que aprieta y ahoga como nada. A veces la esperanza se resume en un grito lejano, una distante luz, o los simples ladridos de unos perros que no llegan. Y me acuerdo de otro cuento de la mism

De un mundo raro.

De un mundo raro. El alma de una nación tiene su residencia concreta en personas humanas de diferentes sectores y grupos. El alma de una nación, el sentir nacional, el espíritu de una tierra o pueblo, en suma, la reserva espiritual de sus ciudadanos, esa que escapa a las grandes encuestas y estudios psicosociales-, es lo que a la larga define una nacionalidad, una forma particular de existir de un grupo humano. Un carácter nacional. Esa alma colectiva, ese sentir, se manifiesta en la cotidianidad, en el día a día de la conversación, de las acciones de ese conglomerado de persona; en el saludo de cada mañana, en el apartarse al sentir muy próxima la presencia de otro; se manifiesta en el volumen de la voz, en los gestos de cada rostro.  Es esa manera ante la cual un inmenso grupo humano, nos comportamos ante una fatalidad ajena, ante el júbilo de otros o ante los que a nosotros mismos nos pasa. Si bien muchísimos pueden diferir de ese sentimiento; si bien mil

Una caravana de humanidad.

Una caravana de humanidad. I Se le adjudica a Ignacio Ellacuria haber dicho alguna vez: “A veces, la mejor opción no existe”. Se les adjudica a miles de personas en Centroamérica haber vivido y estar viviendo una vida sin mejores opciones, sin esperanza alguna.   Desempleo, pobreza y violencia han sido las causas históricas que se han antepuesto a la esperanza de una vida digna para las mayorías centroamericanas. Emigrar con lo puesto, dejar el lugar y enrumbar hacia donde la mirada lleva, es un destino vivo en las tres últimas generaciones de la población mayoritariamente pobre que habita en Guatemala, El Salvador y Honduras, particularmente. Antes, durante y después de las largas guerras civiles provocadas por décadas de militarismo y carencia de oportunidades democráticas, –acaecidas en los dos primeros países arriba mencionados-, este fue el sino de familias enteras dentro de ese triángulo geográfico y social donde lo que predomina son jóvenes y niños. Esto abarca ya