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Mostrando entradas de noviembre, 2012

La bibliotecaria de Basora

“En el Corán, la primera cosa que Dios dijo a Mahoma fue: lee”  Alia Muhammad Baker En junio de 2003, un reportaje aparecido en las páginas del New York Times, narra la iniciativa de una mujer iraquí de 50 años, que al inicio de la guerra de Iraq, se da a la tarea de rescatar  el patrimonio bibliográfico de la ciudad de Basora. “La casa de Alia Muhammad Baker está llena de libros”.  Así comienza el artículo en mención, al referirse a la gesta de la bibliotecaria de la Librería Pública de Basora, que tras apelar a las autoridades de la ciudad por el rescate de los libros de la  biblioteca, encuentra que es en ese mismo edificio, donde se ha de instalar el centro de comandos de las fuerzas iraquíes, haciéndolo blanco propicio a los aviones ingleses.  Desde antes de la guerra, Alía ha comenzado  a trasladar libros a su propia casa. El día del arribo de la fuerza aérea inglesa a Basora – 6 de abril-,  esta heroína de la cultura, se da a la tarea de sacar los libr

Cisnes de pan y turrón

Cisnes de pan y turrón. Publicado originalmente en Diario Colatino. Revista TresMil. Sobre la cuarta calle oriente, en el tramo entre el parque Bolívar y la parte trasera del almacén Simán, en San Salvador, existía una panadería. No he podido recordar ni averiguar su nombre pero era allí, donde se vendían unos exquisitos cisnes hechos de pan y turrón. El cuerpo del cisne lo formaban dos trocitos que semejaban alas,  pegados ambas partes por un delicioso turrón blanco. Era en este turrón, en el centro del cuerpecito del ave, que se incrustaba otro trozo delicado de pan, con la forma del cuello y la cabeza. Su tamaño era el justo para caber, y nadar, en la palma de la mano de un niño de cinco años. Los colocaban en unas cajitas pequeñas, donde se podían acondicionar, sin estropearse mutuamente, unos cuatro de aquellos cisnes. Su olor, era fresco, dulce, pero sin exceso, y se mezclaba en él, el azúcar, el huevo hecho miel vaporizada, la harina hecha pan oscuro y sin

Por qué escribir

Dijo Marguerite Duras, que para continuar viviendo,  para soportar la vida. Carlos Fuentes declaró alguna vez que para poner orden en aquello que está disperso…disperso en la memoria y en la historia. Quizá para que el caos de las cosas que nos pasan, den la impresión de tener alguna dirección, cierto ignoto sentido, que con palabras,  tinta y papel,  de la impresión de hacerse visible. ¿Por qué escribir? Por la costumbre, dice José Luís Sampedro de “ poner la oreja hacia lo que tengo dentro y tratar de contarlo.” Y continúa: “porque para mí escribir es vivir”. ¿Por qué escribir? Tal vez para consolarse; pero también, para purificarse. Para contenerse; pero mucho más, para desgarrarse. Para que, desde ese ensimismamiento en nosotros mismos,  podamos saltar después a abrazar  el mundo entero, con la valentía que dan un puño de palabras hasta ese instante nunca dichas. Para descubrir las palabras,  para sorprenderse de su estatura y de su pequeñez; par

Carlos Cañas : Premio Nacional de cultura

El Sumpul Mestizaje Cultural Se ha reconocido la labor de Carlos Cañas, ¡en horabuena! Tu eras el que cuidaba las golondrinas por la noche y hoy... Las golondrinas del Teatro revolotean.. Felicidades Maestro.

Como una caja hecha de música y palabras

Como una caja hecha de música y palabras. (Publicado originalmente en Diario Colatino. Revista TresMil en Agosto 2011)  Recuerdo nuestro antiguo radio. Mi abuela lo compró allá por los años 50, cuando ella aún era joven... He sabido que lo compró en el almacén Philips, que se ubicaba frente al parque Bolívar, sobre la Calle Rubén Darío. Era aquel aparato una caja cuadrada color crema, con una cubierta oscurecida. Dos botones tenia simplemente, grandes ambos: uno para sintonizar las emisoras y el otro para ajustar el volumen; un botón a cada lado, colocados a los extremos de una línea de números negros. Estaba siempre ese radio puesto allá, arriba de ese   ropero de madera que siempre estuvo allí con nosotros. Un radio inalcanzable, empotrado para siempre en los días de mi infancia, a una distancia que   resultaba imposible a cualquier curiosidad o travesura que pudiera ocurrírseme. De allí, de ese radio, emergieron los personajes de los cuentos infantiles que l

El arte y la realidad

El arte y la realidad. (Este texto es la primera parte del articulo titulado Literatura e historia en El Salvador: 1929-1998. Publicado en la   Revista Amsterdamsur , Holanda, Invierno 2011) La pobreza, la injusticia social, la presencia del bien y del mal en el mundo, la existencia misma del pobre como personas reales que cargan el sufrimiento del mundo,  más que  un problema estético, han sido, para   la persona entregada  a la creación   artística, un problema ético, y más aún, ha significado una actitud  política que directa o indirectamente ha afectado su arte creativo. Y es que, la verdadera obra de arte, aunque nazca o se inspire en un hecho concreto donde ese mundo se manifiesta, en una circunstancia precisa que acontece en ese mundo, tiende por su unicidad y significado, a ser universal, a abarcar diferentes sucesos en el tiempo y el espacio, y aun más, a guardar su lugar en el futuro, como creación viva. Es esa actitud política- es decir, actitud ciudad