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Mostrando entradas de marzo, 2008

Los Iconos de la historia de la verdad en El Salvador

A los iconos de la historia de la verdad en El salvador. (En este mes de marzo, que les vio marcharse…) Tan fugaz y tan eterno es nuestro paso por la vida. Fugaz, si nos comparamos con las estrellas, con la vida de un volcán, o con uno de los tantos mares de la tierra. Eterno es nuestro paso como seres humanos, cuando más que medirse con el tiempo objetivo de las cosas, la vida se mide por la huella que las acciones, aquéllas, las más excelsas, dejan en la humanidad entera, en la memoria a veces cruel de los hombres y mujeres. Aparentemente, la verdad de las cosas humanas desaparece, como si con el correr del tiempo la realidad del mundo fuese sepultada -después de ser secuestrada y luego asesinada- por las manos de la maldad, que siempre dan la impresión de ser eternas y vencedoras. Pero la verdad siempre busca una rendija, un intersticio, por donde se escapa ya sea siendo voz, luz, espacio, canto, imagen, palabra o grito. Pues la verdad no deja de latir bajo el suelo lleno de guij

Escritores y escritoras

Comentario sobre Jorge Luis Borges. Por Jorge Castellón. Hablamos de Borges una noche con un hermano y amigo de aventuras literarias. Nos preguntamos cómo pudo Borges, en la vida que le tocó vivir, cometer tantas insensatas acciones políticas: apoyar una dictadura, aceptar recibir una condecoración de Pinochet! Usualmente ésa es la clase de referencia que en algunos círculos de él se hace. Me quedé con la inquietud de decir algo, de reivindicar quizás, un escritor, no una persona. Cuando pienso en Borges, me convenzo que era un hombre que sólo vivió para la literatura. Fuera de ella, podía decir o hacer, en el ámbito político claro, cualquier insensatez, cualquier cosa sin sentido. A Borges hay que verlo, por lo que fue: un hombre que únicamente leyó y un hombre que escribió de una forma perfecta. Continuar una tradición, desarrollar un lenguaje, disfrutar el momento estético en Borges, requiere ceder, no conceder, ceder a su legado, tal y como él lo concibió. Existen miles de artículo

Carta a Monseñor Romero

Viernes 24 de marzo de 2006 Querido Monseñor, Visité tu tumba, estabas solo bajo el peso de la vieja iglesia. Al entrar en tu morada, que está bajo la tierra, sentí que el silencio se llenaba de voces, eran miles, millones de presencias… Fantasmas del pasado, almas siempre vivas de una historia que no acaba. Murmuraban, vivían, recordaban. Porque en derredor de tu muerte hoy solo hay vida, la misma que quedó cuando te fuiste. Esta no es una tumba, me dije, es un santuario. Afuera, el bullicio de las diez de la mañana crecía con el color matinal del aquel paisaje, que tus ojos ya no ven con los ojos humanos: el vendedor de lotería que se sienta en el atrio de la iglesia, el muchacho que lleva el negocio del parqueo, la señora de la ropa enfrente del Teatro Nacional, con su hijo prendido de su pecho; el viejo que vende los casetes y dividis falsificados, la muchacha que vocea las pelotas de plástico de a un dólar… Son tu pueblo, el que siempre te recuerda, te dije… Adentro, los mismos ro

El Mozote. El testimonio de la verdad.

Parte del Mural del Convento: El Mozote, Morazán, El Salvador. Lunes 11 de Diciembre de 2006 Nunca será tarde. Recordar la masacre de El Mozote y revivir el deseo y derecho de que se haga justicia… nunca será tarde, aun después de 25 años. Cuando pienso en El Salvador, mi país, en su historia, llegan a mi mente hechos muy trascendentes que nos han constituido en lo que somos: un pueblo herido, burlado y un pueblo, que pese a todo, no pierde la esperanza de hallar esperanza… escondida en alguna parte. Esa cualidad y esa desgracia de ser un pueblo dolido y al mismo tiempo un pueblo esperanzador, no es casual, nos hemos ido forjando por medio de la desgracia, la injusticia, la mentira, la masacre y la pobreza. Y nos hemos ido defendiendo, desde la trinchera cotidiana de nuestra casa, con la idea lejana de que mañana quizás será mejor: habrá algo que comer, habrá… paz; no temblará; dejará de llover; o simplemente, o trágicamente, estaremos vivos. Los salvadoreños y

Recuerdo, distancia y perspectiva: Artículos y ensayos.

Querer comunicarse, compartir e intentar re-descubrir , es el 0bjetivo de este espacio. Compartir los sentimientos que genera el paso del tiempo, y que construye y enriquece un recuerdo que se llena de complejos sentimientos. Compartir la distancia que media entre el pasado y el presente y nos conduce a veces a la exaltación, a veces a la apatia, o a la profunda tristeza. Comparitr, la perspectiva que se crea desde esta distancia junto a aquel recuerdo: compleja maraña de cosas, que nos ahogan si nos quedamos en silencio, sin hablarlas; que nos arrastra si no logramos que alguien nos escuche...porque si alguien nos escucha, despertamos, no sólo a la cordura, tambien a la certidumbre que otro aún nos reconoce... por algo que con él o élla compartimos: una historia, un nacionalidad, un idioma, o lo que es más necesario aún: una utopia. Los versos misteriosos de Rubén Darío . Al inicio de la década del setenta, vivía yo en una inmensa casa blanca que hacia esquina en la intersección de la