Fotografia: CARITAS.ORG Monseñor Romero: La semántica de la vida. (Publicado en Diario Colatino Revista TresMil , marzo 2012) Aquello que nombramos con las palabras a veces tiende a desaparecer, dejando en su lugar una sustancia hueca que ya no significa nada. La ausencia del vinculo entre lo que se nombra y la cosa en sí, entre el concepto y el objeto de la realidad que este refleja, deja a las palabras en el vacío. Ese abandono de la palabra misma en medio de la nada, es en su esencia, una de las principales dolencias de nuestro tiempo. Alejadas de su cometido, las palabras languidecen. Arrancadas de sus raíces, que yacen en la tierra donde acaecen los hechos humanos, cada palabra deja de ser lo que es, para ser nada. Al no decirnos nada, el lenguaje pierde el elemento que le da la vida. Como lo ha dejado escrito Susanna Tamaro en el titulo de su hermoso libro: Cada palabra es una semilla, lo que nombramos debiera conllevar en sí la posibilid
"Escribir, es poner en orden lo disperso" Carlos Fuentes