Los que hemos vivido desde niños en ese pequeño y apretujado lugar llamado San Salvador, capital de otro no menos pequeño y pobladísimo país llamado El Salvador, hemos de recordar por múltiples razones,- como referencia para alguna dirección, como punto para abordar un autobús, como lugar de encuentro para ir a otro rumbo, o como lugar de reunión, de juego, de alegría, o de romance- ese lugar inevitable, que es El Parque Cuzcatlán. El parque adquiere su nombre, de esa remota ciudad nahua –pipil que un día fue San Salvador y cuyo significado se traduce del nahuatl, como Tierra de tesoros. Hermoso nombre para un lugar. Nos remite a un sitio donde pudieran existir cosas de un valor ajeno a lo común, donde hay objetos o seres apreciables, donde se guardan cosas que cuidar, que resguardar, o donde existe un patrimonio, natural, social o cultural, de gran valía. El parque se ubica en el centro mismo de la capital, en un lugar que parece haber sido prolifero en árboles hermosos. De los que ah
"Escribir, es poner en orden lo disperso" Carlos Fuentes