Sebreli: La era del fútbol.
(Publicado en revista Contrapunto)
Con el filosofo
argentino Juan José Sebreli se comprueba que el verdadero intelectual encuentra, bajo lo que parece cotidiano y
banal, la oportunidad de reflexionar sobre cosas trascendentales de la vida
social y la vida personal.
Leo con interés La era del fútbol, obra que Sebreli
publica en 1998, (cuya cuarta edición data del año 2005 por la Editorial
sudamericana).y que se ocupa de
discutir, sugerir y proponer formas de ver este fenómeno deportivo-social, que
desde inicios del siglo XX, ha generado
toda una gama de fenómenos culturales, psicosociales y económicos en la
vida de la sociedad mundial y de forma particular en las sociedades y comunidades latinoamericanas.
La agudeza de Sebreli
en estudiar el futbol desde las categorías e instrumentos de la historia, la
sociología, la antropología cultural, la psicología, la economía y la
comunicación, entre otras perspectivas, hace del libro un sorprendente ensayo
que devela cuan complejo es en verdad un hecho que a primera vista pudiera
parecer un deporte que gusta y que emociona.
El ensayo, cuenta
cerca de 500 referencias bibliográficas que van desde crónicas a obras
filosóficas, lo que da una idea de la seriedad con que el futbol es estudiado
por este escritor ya octogenario, referencia clave de la intelectualidad argentina en el presente.
Aquí se abordan
los orígenes del fútbol en Suramérica; cómo las diferentes clases sociales
participan de esta actividad deportiva; el fenómeno de las masas, el “hincha”,
la violencia, el mito Maradoniano. Se estudia la vinculación que el fútbol
tiene con el dinero, la magia, el erotismo y la civilización toda, pasando por analizar
un hecho poco conocido en nuestro medio centroamericano: La Dictadura y el
futbol: el Mundial del 78.
Uno se ve
tentado en su lectura a ir cambiando nombres y contextualizando el estudio a
nuestra realidad centroamericana, con el resultado de encontrarse con
muchísimas y muy valiosas respuestas a
fenómenos que se observan por ejemplo, en el fanatismo que sobre las
selecciones nacionales de futbol, manifestamos las salvadoreños dentro y fuera
del país.
Llaman la
atención aseveraciones como: “El hincha es un individuo atormentado por su
falta de identidad, por el débil sentimiento de continuidad y mismisidad de su
yo [ ]
Incapaz de reconocerse a sí mismo, de saber quién es ni qué quiere” (pág. 40 ). Al leerlo me inclino a pensar
sobre eso que los salvadoreños aun no encontramos y que buscamos afanosamente:
la identidad nacional. Búsqueda que nos
obliga a agenciarse una insignia, un color, “como una compensación para
aquel a quien nada pertenece
efectivamente.”
Al final, el
hincha y el jugador vienen a ser, -según los describe quien también
publicara El vacilar de las cosas- algo muy parecido a los que se hace
referencia en Poema de amor.
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